10 feb 2008

El problema real (II)


No sé realmente si es la frase más fuerte de Carl Schmitt sobre el tema -dado que soy un schmittiano de mediana intensidad-, pero es la que resalté de una lectura de "Sobre el parlamentarismo" (Tecnos) publicado originalmente en 1923.

Para cambiar de perspectiva la discusión sobre el problema real (I).


“La situación del parlamentarismo es hoy tan crítica porque la evolución de la moderna democracia de masas ha convertido la discusión pública que argumenta en una formalidad vacía. Algunas normas de derecho parlamentario actual, especialmente las relativas a la independencia de los diputados y de los debates, dan, a consecuencia de ello, la impresión de ser un decorado superfluo, inútil e, incluso, vergonzoso, como si alguien hubiera pintado con llamas rojas los radiadores de una moderna calefacción central para evocar la ilusión de un vivo fuego”.

6 comentarios:

rg dijo...

bueno (che, siempre buenos los graffites~estensiles). tiene por ahi mismo parrafos todavia mas duros, mas contundentes, y siempre bien descriptivos de aquello en lo que se transformo el parlamentarismo o los debates en el congreso. como siempre, sin embargo, eso no es un comentario en contra de la deliberacion, sino de una practica que los deliberativistas criticamos por identicas razones: por ser socavadoras de la deliberacion

Lucas A dijo...

No, por supuesto que no resulta crítico de la deliberación democrática. Todo lo contrario pone en la agenda que tenemos que trabajar -al menos estudiar profudamente- para rediseñar institucionalmente y gestar una nueva cultura y práctica política en los congresos/parlamentos, porque en 1923 o 2008 la cosa está bien precaria, y no lo digo solamente por aquí, es un proceso (que si bien más profundo, complejo y con aristas nuevas) que viene de mucho, mucho tiempo y se ve en todos lados (con sus expresiones diferenciadoras).

La crítica de Schmitt vino, más tarde, con una propuesta normativa insostenible, dicen que más oportunista que realmente sostenida por Schmitt (no sé si tiene mucho sentido ese tipo de exploración o si lleva a algún lado), pero su crítica severa fue certera (más allá de sus intenciones, nuevamente). No sé si Herman Heller y los demás contemporáneos fue tan duro como Schmitt (o si quiera si fueron críticos). Intuyo que todo lo contrario.

Voy a buscar las otras notas, entonces. Sigamo,
Lucas.

rg dijo...

Enfantizaba la distinción por la cantidad de alcornoques que derivan de la ineptitud del parlamento como órgano deliberativo, clausurémoslo o dejémoslo de lado (alcornoques que van desde schmidt a fujimori)

Lucas A dijo...

Sí, esa es la tendencia repetida, pero esa práctica alcornoquense no es quebrada por los otros actores institucionales, especialmente por la CSJN (ni por supuesto, por el mismísimo PL). O sea, ese dato que señalás -la ineptitud, la lentitud- también lo ha tomado la misma Corte Suprema, especialmente en los noventa (pero no sólo en esta época) para reforzar las capacidades del ejecutivo. Pienso paradigmáticamente en Peralta pero también en muchos otros fallos (anteriores y posteriores).

Por no mencionar lo que se receptó en 1994 artículo 99 inc 3 y 76 sobre el tema. Debajo de esas normas, detrás de sus palabras, leyendo entre líneas, viendo la práctica y observando su especialísima vigencia, a pesar de que los artículos puedan tener otra teleología, pueden estar las mismas (viejas) ideas con nuevos vestiduras.

Salute,
Lucas.

Dushyant dijo...

Yo quizas me tenga que incluir entre los alcornoques.
Se ahorraria un monton de dinero a los taxpayers.

Creo que el meollo pasa opor lo que decia el Dr. D'Angelo Rodriguez (ex Director de Eudeba) en un articulo:

"Pero la diferencia sustancial entre estas asambleas (nota mia: refiriendose a la Edad Media) y las modernas, aparte del tipo de representación, era que las primeras tenían competencias muy acotadas, mientras que las segundas están pensadas a medida de la “clase discutidora” (Donoso Cortés) y su ansia de hablar de todo y sobre todo. Una Asamblea moderna es siempre esto: un grupo de personas que se sienten habilitadas para discutirlo todo y que se dedican a ese notable oficio con impar entusiasmo.


Es que la médula del sistema es esta sencilla (pero falsa) idea: debe debatirse todo con completa libertad pues de ese debate saldrá la luz y así la mayoría podrá optar por la idea mejor. La lástima es que los hechos distaron mucho de confirmar esta suposición. En el siglo XIX, cuando los mecanismos de selección de la clase dirigente no estaban todavía totalmente falsificados por el dinero y los medios de difusión, las Asambleas todavía reclutaban a algunos cerebros distinguidos y se producían —a veces— debates que podían hacer pensar que el sistema funcionaba.

No hay necesidad de ahondar mucho en la historia del siglo XX para saber que hoy el fracaso total de las Asambleas en el mundo entero es un dato de la realidad. Inundadas de espíritus mediocres (“la sub inteligencia de las ciudades”, diría Spengler) y distorsionadas por las “lealtades partidarias”, las Asambleas son hoy una reliquia del pasado que sobrevive a su utilidad."

rg dijo...

Se estara hablando de estos D Angelo Rodriguez, protectores de nazis??
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-23600-2003-08-3.html
Caramba! estamos cada vez peor!