24 mar 2008

Claudio Tamburrini y el derecho a la verdad

Hoy salió en Clarín un interesante artículo de Claudio Tamburrini (ex arquero, actual filósofo del castigo, y uno de los únicos "desaparecidos" que lograron escapar de su lugar de detención -la Mansión Seré en este caso). El texto es sobre un tema que alguna vez discutimos por acá, más o menos directamente: la ecuación pena a los militares culpables v. derecho a la verdad. El artículo puede encontrarse acá

26 comentarios:

Cristian dijo...

Es interesante la propuesta, pero creo que muchos de los que fueron victimas de la dictadura se resisten a la idea de que la pena que les corresponde a los militares es negociable. Prefieren no saber nada acerca de sus familiares desaparecidos que ver como les reducen sus penas. Yo conozco a al menos dos que piensan asi. Ademas creo que quizas sentaria un mal precedente. Despues de que se implemente una medida asi podria ser tentador para algunos la opcion militar, porque sabrian de antemano que llegado el caso podrian reducir o eliminar sus penas dando informacion. Mejor hagamonos kantianos.

rg dijo...

pero ahi cristian hay algunos argumentos problematicos
1) no hacerlo porque a algunos familiares no lo prefieren. lo cual se contrapone con los otros casos de familiares que cita c.t. (es una cuestion de contar cabezas entonces?)
2) pensar que el futuro criminal esta calculando "uy, parece que hay oferta de penas, entonces voy y hago tal cosa que hoy recibe dos años menos"
3) somos kantianos porque conviene, es decir, no somos kantianos

GESEC dijo...

Algunas ideas…
Pensar el derecho a la verdad como parte inherente del derecho a la justicia, es un buen argumento para la búsqueda de mecanismos que permitan encauzar el camino a la verdad, y el derecho al duelo por parte de los familiares y de la sociedad.
Entiendo además, que las victimas son los familiares, pero también lo es la sociedad actual y las futuras, y en base a este criterio, me parece, debería priorizarse el derecho a la verdad. Sin embargo este último argumento no quita espacio a los familiares en la reparación, es un intento por abordar el concepto desde una categoría más amplia.

Leonardo Filippini dijo...

Roberto et al.,

La posible relacion entre la morigeracion de la reaccion penal, o su ausencia, y la probabilidad de que el participe de un crimen colabore en su esclarecimiento ciertamente merece discusion. De hecho, es algo que se debate bastante, incluso mucho mas alla del contexto de las violaciones a derechos humanos.

Sin embargo, la metafora de la ecuacion tal vez no sea la mas apropiada, pues supone una equivalencia necesaria entre los elementos que no podemos afirmar en abstracto.

La experiencia Argentina, por ejemplo, en principio parece sugerir lo contrario, pues, a grandes rasgos, a pesar de los vaivenes de la politica de persecucion penal, los autores de los hechos nunca colaboraron de modo relevante en el esclarecimiento del destino de los desaparecidos.

Un tema complejo, que merece mas discusion.

Saludos, L.

rg dijo...

gracias daniela, gracias leo ("the polemist"). totalmente, deberiamos discutirlo mas. yo ando bastante por ahi. de acuerdo, la imagen de la metafora la podemos cambiar. ahora, si es por el caso argentino obvio que no colaboraron el el suministro de informacion, pero justamente porque todos los incentivos van para el otro lado: la cerrazon cada vez mas cerrada del pacto de sangre/pacto de silencio

dcamano dijo...

Interesante la propuesta, pensando en los casos actualmente tramitados en Uruguay sería importante contar con este tipo de mecanismos que como bien dice Tamburrini no implican una renuncia a la pena y tampoco -agrego yo- se apegan a una suerte de "fundamentalismo punitivo".
El conocimiento de la verdad y los imperativos políticos que plantea la justicia de transición hacen que no debamos apegarnos al dogma de hacerse kantiano como propone Cristian.
Entiendo la crítica de Filipini en cuanto a la ecuación "en abstracto", pero en todo caso opino que prima en este caso una ecuación bastante más concreta entre la necesidad de lograr la verdad, que a mi juicio debe primar -sin eliminar- una respuesta penal. Y en eso no veo un punto de vista abstracto sino bastante concreto.
Obviamente que los aspectos preventivos de penas severas es algo en lo que muchos descreemos, con carácter más general.
Saludos,
DCV

Dushyant dijo...

Creo que este tema se va a seguir discutiendo el los proximos 150 años, como el tema de Rosas. Una pasion de los argentos como el futbol. De donde viene esa pasion? Mi particular teoria es que hay demasiados tanos en Argentina. A los tanos les apasionan las discusiones. La propuesta es totalmente absurda de esa persona es totamente absurda por lo irrealizable no obstante el tema sigue siendo el pasatiempo favorito de la eterna visitante de los pasillos oficiales Hebe de Bonafini y su grupo. algo que a la mujer que funge de presidente no le viene mal ya que distrae a la gente de problemas mas serios.

En otro punto curiosa la reaccion que el gobierno tuvo con los productores rurales que trataban de cortar el tunel desalojandolos con balas de goma y gases lacrimogenos.

Leonardo Filippini dijo...

Gracias por las replicas. Permitanme unas lineas mas para aclarar mi observacion.

Estoy de acuerdo en buscar sistemas de incentivos sociales menos violentos, e incluso, distintos del castigo estatal. Sin embargo, la practica concreta sugiere que, en algunos casos, no existe una relacion significativa entre la morigeracion de la pena y el grado colaboracion del autor del crimen con su esclarecimiento.

De alli que se trate de un vinculo que no solo no puede afirmarse en general, a modo de regla abstracta, sino que tambien debe evaluarse cuidadosamente en su utilidad concreta, porque no es auto-evidente, en los hechos, que la morigeracion de la pena va a aumentar las posibilidades de colaboracion en este tipo de casos.

El caso argentino que cite, precisamente, sugiere que incluso durante la vigencia durante una decada de las normas que impedian la persecucion penal no se genero mayor colaboracion para el esclarecimiento lo que invita a evaluar con alguna cautela los terminos del intercambio. Evidentemente, Tamburrini tiende a creer, a pesar de ello, que la colaboracion si es posible ahora. No lo se, y el desacuerdo entre los interesados directos, ademas, parece ir bastante mas alla de los limites del derecho penal.

Saludos,
L.

Dushyant dijo...

Ademas de las consideraciones que pone Leonardo estan mlas organizaciones/personas que hacen de los DD.HH el pan nuestro de cada dia. Yo personalmente conozco muchas personas que viven de esto aqui en New York City, lo de Bonafini es quizas el ejemplo mas execrable.

En apoyo de lo que dice Leonardo diria que al gobierno (a la pareja presidencial) le interesa un comino el tema de los desaparecidos, tema al que nunca le prestaron la minima atencion, hasta que descubrieron que era negocio.

GESEC dijo...

Las leyes del perdón y obediencia de vida, tanto como los indultos no fueron mecanismo de morigeración de la pena ni tenían como fin generar mayor colaboración para el esclarecimiento de la verdad. Era lisa y llanamente, impunidad, donde el castigo o respuesta penal no existía. Por ende, no equipararía lo sucedido con la propuesta de Tamburrini.

dcamano dijo...

Tengo mis dudas que el ejemplo de Filipini sea adecuado: justamente no hubo colaboración porque no había riesgo de persecución penal, al igual que sucedió en Uruguay (y además no hubo una experiencia comparable a la de Sudáfrica donde -de paso, recuerdo- se implementó mecanismos similares, aunque espero que esta aclaración no dispare las críticas sobre la "incomparabilidad" del caso sudafricano a los de Arg. o Urug., que son evidentes).
Volviendo al punto, la situación es distinta cuando hay riesgo de una condena, porque ahí sí puede tener eficacia algún sistema de premios y castigos (sistema que, aclaro, con carácter general, no comparto). Para medir esta supuesta eficacia, jamás contaremos con criterios concretos, sino que en todo caso tenemos que confiar en una predicción sobre lo que es razonable esperar (con el consiguiente riesgo de que esto no tenga lugar).
El tema pasa por ver si en algo se puede sacrificar la reacción penal para realizar un valor tan importante como la verdad, en la persecución penal de crímenes internacionales y en el marco de la justicia transicional (en el cual son muy particulares los imperativos que se plantean).
Y sinceramente, no veo una contradicción entre las obligaciones de los Estados en la persecución de crímenes internacionales y este tipo de mecanismos (que son estándares aceptables en términos de derecho internacional).
Saludos y muy buena la discusión, como dice Fillipini, da para mucho (aprovecho para felicitarlo por el libro sobre crímenes internacionales que salió hace poco y también por la respuesta a Pastor en el tema neopunitivismo).
DCV

rg dijo...

Ante todo, dado que el 90 por ciento de los que intervenimos en el blog lo hacemos sin insultar ni denigrar a la persona o al argumento con el que no estamos de acuerdo, rogaría al resto que se mantenga en la misma tónica. Cuál es el sentido de intervenir para ensuciar al que no piensa como uno?

Sobre lo que importa: Leonardo, como te decía Daniela: de veras pensás que los perdones e indultos tiene algo que ver con lo que Tamburrini propone? Esos fueron perdones dados desde la ausencia de poder, puras concesiones que vinieron a fortalecer, antes que a abrir grietas, en el pacto de silencio.

Por otro lado, qué quiere decir tu frase: "Sin embargo, la practica concreta sugiere que, en algunos casos, no existe una relacion significativa entre la morigeracion de la pena y el grado colaboracion del autor del crimen con su esclarecimiento." Si es "algunos casos," te lo concedo, pero ahí no dijiste nada relevante: siempre hay "algunos casos" para todos los gustos. Una pregunta mejor sería: la práctica concreta de, pongamos, Sudáfrica (ya lo sé, ya lo sé, ninguna experiencia es trasladable), nos dice que a veces aparece verdad a cambio de dar pasos atrás en la cuestión de las penas? Si la respuesta es si (por más que traiga un montón de problemas adicionales), entonces lo que sugiere Tamburrini gana algún interés mayor, y podemos ir sobre los problemas, habiéndole dado ya entrada. salute

GESEC dijo...

Las consecuencias....

Me motiva preocupación que la reducción de la pena ante violaciones de ddhh con el objetivo de romper el pacto de silencio, se institucionalice en el sentido sociológico del termino, por ende habría que delinear que la aplicación sea solo para este caso en especial, considerando los más de 30 años de impunidad que han transcurrido y la necesidad de encontrar los niños/as robados y los cuerpos de las personas que fueron desaparecidas.
Sin embargo esta decisión no puede ir aislada, es necesario que la concreción de los juicios sean un hecho, y que se implemente para todos los casos. Este sería el primer paso a dar para alcanzar la verdad, la reparación y la justicia y luego una vez implementado esto, comenzaría a plantear la reducción de penas.

Leonardo Filippini dijo...

1. Roberto, ya dije que estoy de acuerdo en buscar sistemas de incentivos incluso distintos del castigo para "abrir grietas en el pacto de silencio", para usar tus palabras. Una solucion "sudafricana" o cualquiera otra que podamos imaginar. Aqui no tenemos controversia, tampoco con DCV.

2. Lo unico que estoy marcando es que las posibilidades practicas de una solucion asi genera algunas cautelas, pues, a mi juicio, la falta de colaboracion con el esclarecimiento de los hechos por parte de algunos sectores tiene raices mucho mas profundas que las que un sistema de atenuacion de penas podria llegar a desarticular, en este tipo de casos.

3. En este sentido venia el ejemplo argentino. Lo que paso desde la auto-amnistia militar hasta hoy, es sugerente, pues parece revelar que aun frente a programas de incentivos penales muy diversos nunca se logro en nuestro pais una colaboracion eficaz de los imputados con el esclarecimiento del destino de los desaparecidos. Tampoco con los juicios por la verdad, que permitian compeler testigos e iniciar procesos por falso testimonio.

4. Tuvimos muchas politicas de derechos humanos muy distintas y cada una manejo los incentivos penales de un modo particular. Por supuesto, podemos seguir intentando. Pero soy esceptico de que un sistema de morigeracion de penas cambie mucho una practica consolidada por decadas. Eso es todo y puedo estar rotundamente equivocado.

5. Por lo demas, la posibilidad de atenuar la pena por la colaboracion en el esclarecimiento del hecho no esta prohibida en la legislacion penal argentina. En tanto no viole la garantia contra la auto-incriminacion se puede intentar y solicitar a los jueces. Los casos que he visto desde la reapertura de los juicios, sin embargo, y en linea con lo que vengo diciendo, no han mostrado esa practica. Los imputados no han dado informacion, ni sus abogados han solicitado el minimo de pena sobre la base de la colaboracion prestada. Tampoco esta prohibido que el presidente indulte a los condenados o rebaje sus penas en consideracion a los aportes que han hecho a la verdad.

6. Todos estos asuntos exceden lo que puedo escribir aqui. Y hay mucho para discutir, tambien el papel de las organizaciones de derechos humanos y la politica actual del gobierno sobre la materia, por supuesto. Quiza haya que mirar con atencion los casos de Peru y Colombia, donde estan en practica mecanismos con algunos puntos de contaco con la propuesta de Tamburrini.

Saludos,
L.

p.s. Gracias DCV.

Josekanu dijo...

Una aclaración modesta y pequeña: es Tamburrini el que propone "contar cabezas", cuando escribe que hay familiares proclives a la rebaja de pena a cambio de información, aclarando que "hay una mayoría silenciosa" de la que no se conoce su voz. La propuesta me parece interesante, ahora, quiénes son las víctimas de este tipo de delitos? Sin duda los familiares son los directamente afectados, pero en delitos colectivos que implicaron arrasar con el sistema democrático, creo que no serían las únicas voces legitimadas para "acordar"...la verdad no se la "deben" sólo a ellos, me parece. Además, hay desaparecidos cuyas familias también desaparecieron o no han querido presentarse como querellantes..creo que el concepto de "víctima" adquiere otro cariz en delitos masivos y aberrantes.

rg dijo...

leo, disentimos sobre los putnso 3 y 4, luego todo bien creo (ah, y yo mire algo sobre todo lo de colombia, muy feo por cierto). El punto es que vos insistis en que lo que se hizo (yo diria, concesiones puras y duras al poder militar), son "politicas distintas," "variaciones," pero no se lo podemos achacar al tipo de propuestas que sugeriria tamburrini. el no pide conceder por conceder porque no hay otra. dice no cargar las tintas sobre las penas, sino sobre la verdad, y articular la politica en la materia a partir de ahi, lo que me parece piola, y que es algo que hasta ahora NO se hizo. Ese es el punto, NO se intento. alguna vez, hablando con algun juez federal, le sugeri este tipo de cosas, y no me parecio que le pareciera muy atractivo. lo veia como algo un poco marciano, cuando yo creo que hay algo valioso ahi.
Josekanu, si, tal vez c.t. pida contar cabezas, ok. pero igual el punto se puede mantener, aun poniendo entre parentesis la cuestion de cuantos hay de un lado y otro

GESEC dijo...

Disiento con algunas apreciaciones con respecto a los resultados logrados por los juicios por la verdad. Fueron, han sido y seguirán siendo la fuente de los actuales procesos penales. Como también una fuente para la recolección de valiosos testimonios, tanto de victimas como de victimarios, testimonios que existen y que seguirán existiendo y que servirán en el tiempo. Y que permitirán aún ante la ausencia de testigos continuar con la búsqueda de la verdad ya que esos testimonios están registrados.

Dushyant dijo...

Que yo sepa no existe tal cosa en el sistema legal argentino, si existe en los EE.UU.

"Los imputados no han dado informacion, ni sus abogados han solicitado el minimo de pena sobre la base de la colaboracion prestada. "

Leonardo Filippini dijo...

Rex, la ley penal argentina no prohibe la confesion, ni que un imputado revele al tribunal el destino de la victima, o que le pida perdon a sus familiares. La ley tampoco impide que un juez pueda considerar estas circunstancias como atenunante al momento de determinar la pena. De hecho, no es infrecuente que los jueces penales valoren la conducta posterior al hecho al mensurar la pena. Por supuesto, es una instancia mucho mas acotada que la negociacion que existe en EEUU, pero frente a penas con escalas muy amplias, la cuestion no es menor y tal vez podria acomodar algunas de las inqueitudes discutidas aqui, sin requerir una reforma legal.

Daniela, solo pretendia poner de resalto que los juicios por la verdad no motivaron, en general, una amplica y eficaz colaboracion por parte de los victimarios, a pesar de que son un mecanismo que tambien combina la busqueda de la verdad con la posibilidad de ejercer coercion sobre las personas que deberian proveer informacion. Por supuesto permitieron revelar muchos hechos y tienen otras caracteristicas valiosas.

Roberto, es cierto que la propuesta de Tamburrini no ha sido implementada tal y como aparece sugerida en su nota. Lo que puse de resalto es que existen mecanismos de algun modo asimilables --en tanto combinan la busqueda de la verdad con la posibilidad de una coercion atenuada-- que no han sido completamente exitosos. En que casos hablamos de "politicas de derecho humanos" y en cuales de "concesiones puras y duras al poder militar" lo dejaria como una cuestion para debatir aparte.

Saludos, L.

rg dijo...

leonardo, no creo que ninguna buena descripcion de lo ocurrido pueda ver a lo que paso como un intento del gobierno x por buscar la verdad aun a costa de reducir penas. se redujeron penas (por presiones, por convencimiento, por entreguismo, por militarismo, por conservadurismo) por lo que queramos, pero en ningun momento como un intento institucionalmente apoyado de ganar en verdad. si me perdonan la condena, o me dicen que no me van a juzgar, o me dicen que solo me pueden juzgar si alguien presenta una demanda en mi contra antes de fecha x, por que cuernos yo -militar represor- voy a decir algo sobre donde estan los cuerpos, por ejemplo?

dcamano dijo...

De acuerdo con Roberto, la cuestión pasa por la ausencia de arreglos institucionales específicos que faciliten el conocimiento de la verdad. Lo mismo aplica para Uruguay (que un Juez pueda discrecionalmente reducir la pena porque un imputado colabore no es suficiente incentivo, porque no se le asegura en términos concretos qué tiene el procesado para ganar o para perder).
Saludos,
DCV

rg dijo...

correcto camano. volvamos sobre el riesgoso ejemplo de sudafrica: puede ser bueno o malo lo que se hizo, trasladable o no. pero lo que esta claro es que para todos, actores, victimas, asesinos, funcionarios judiciales, les resultaba muy claro que la politica era la de buscar, ante todo, la verdad, y que se estaba dispuesto a ceder cosas a cambio para favorecer ese objetivo

dcamano dijo...

Exacto, el tema es que en Sudáfrica fueron por una solución más amplia, políticamente más comprensiva (y creo yo, más civilizada). Sin embargo, hoy día ellos mismos reconocen que tienen un déficit en términos de justicia porque pudieron llevar adelante muy pocos juzgamientos. Según me ha dicho hace poco H.Varney (que trabajó en la Comisión), este déficit es un asunto pendiente con el que actualmente están lidiando.
Pese a estas falencias la experiencia sudafricana ha sido por lejos la mejor como mecanismo efectivo para la búsqueda de la verdad y realizar otros objetivos políticos no menos importantes. También obedece al caso particular del apartheid, donde de un modo u otro todos estaban involucrados (como victimarios o víctimas) a diferencia de los casos de Am.Latina (donde hubo dos "bandos" y mucha gente a la cual el asunto no la afectó en forma explícita).
De todos modos ha sido una experiencia creativa e inteligente de la cual debimos haber aprendido más.
Seguramente Tamburrini tuvo en cuenta esa experiencia, por lo que me parece muy razonable (adaptándola al hecho de que aquí los juicios ocupan el lugar preponderante).
Saludos,
DCV

rg dijo...

de acuerdo. la pregunta entonces es si se puede pensar en mecanismos de esa naturaleza, para sociedades como las nuestras. yo no tengo dudas de que si. me pregunto entonces por el valor, creo que alguno tienen. me pregunto si desplazan a la justicia, no creo, creo que ya se ha hecho mucho. en fin, hay mas preguntas

dcamano dijo...

La justicia penal no es un valor inmaculado. Cuando Nino, Malamud y otros idearon el juicio a las juntas, justamente lo hicieron sobre la base de una política criminal selectiva cuyo designio era apuntar a las cúpulas.
Sudáfrica también aplicó selectividad al definir que las confesiones serían premiadas con impunidad en la medida que sirvieran para subir en la escala de mando (aunque esto se haya hecho fuera de la justicia penal, claramente estaba direccionado a obtener alguna forma de castigo, aún cuando esa política principalmente se justificó para lograr una verdad más completa, en el marco de un objetivo político más amplio).
DCV

Alan dijo...

La propuesta me parece súper interesante.
Especialmente porque lo que se pone en juego podría ser poco y lo que se gane, mucho.

Sin embargo, se me ocurren algunos problemitas para ir pensando en su aplicación concreta...

- Una primer cuestión que me parece legítima es pensar el monto de la reducción de la pena. Como plantea Tamburrini, tiene que encontrarse un equilibrio entre su factibilidad de operar como incentivo y la necesidad de que no implique impunidad. Por ejemplo, reducir un tercio el mínimo y el máximo de la pena parece razonable (como ya está previsto en reducciones de penas por otras razones en el CP, v.gr. art. 189 bis).
Sin embargo, dado la cantidad de hechos por la cual están imputados los personajes de mayor responsabilidad o los miembros de los GT más escrachados, es dificil pensar que tal reducción tenga incidencia sobre el monto final de la pena. La mayoría serán condenados a 25 años... porque ese era el tope para la suma de penas en la concurrencia de delitos según la ley penal vigente al momento de los hechos. Es decir, al Tigre Acosta no se le fijará una pena de 200 años porque la suma de los delitos concurrentes no puede superar los 25 años.
Habría que pensar entonces en una reducción sobre la pena de juicio. Un tercio de 25 son 8... con lo cual, se irían con un condena de 17 años. A la mitad de la pena (8 años y medio) la ley penal prevé salidas transitorias y a los dos tercios la asistida... Será porque seré un neopunitivista de los ddhh, pero me imagino a Astiz saliendo en 3 o 4 años y me queda gusto a poco (especialmente pensando en las vacaciones que tuvo hasta el año pasado en la Base Naval de Río Santiago bajo la figura de prisión preventiva y que, lógicamente, se computarán para la pena).

- Otro problema: que la culpa la tengan siempre los muertos. No sería raro que los relatos de quienes se pretendan acoger a este beneficio sirvan para incriminar a los represores que ya murieron o que tienen suspendido el proceso por razones de salud (que son muchos). Si buscamos la verdad, no podríamos dejar de "premiar" su colaboración...
Esto ya sucede en algunas causas. Por ejemplo, a partir de la muerte del Director de Maternidad del Hospital Militar de Campo de Mayo, súbitamente todos (imputados y testigos que trabajaban en el Hospital) comenzaron a responsabilizarlo de los partos clandestinos. Ahora parece que trasladaba a las embarazadas, las anestesiaba, preparaba el instrumental y practicaba la cesárea todo solito... un super médico!
En fin, no nos olvidemos que esta gente mantiene sus contactos bien activos. No les cuesta demasiado unificar sus declaraciones rápidamente.

- Sobre el destino de las víctimas: se sabe que el destino más común ha sido el Río de la Plata. En cuanto a las fosas clandestinas, el EAAF ha avanzado muchísimo... Ergo, no se si se justifica la reducción de la pena por los datos sobre este punto.

- Si me resulta más tentadora la propuesta cuando los datos que aporten los imputados sean referidos al destino de los chicos apropiados. Las Abuelas están cada vez más viejitas y muchas van dejando este mundo sin conocer a sus nietos... Además, en ese caso, son menos los que cuentan con la información. Me queda más grande la duda...

- Por último, otro elemento para tener en cuenta son los bueyes con los que estamos harando. Me atrevo a decir que más de la mitad de los funcionarios judiciales que intervienen en estos procesos hacen
todo lo posible por obstaculizarlos o beneficiar a los represores. No comparten el criterio de la CSJN, pero como no pueden actuar en sentido contrario, entorpecen los procesos como pueden. O nos vamos a creer ahora que todas esa pléyade de jueces menemistas y duhaldistas que aún dominan nuestro Poder Judicial de la noche a la mañana se convirtieron en magistrados comprometidos con los DDHH? Por su puesto que hay excepciones, honrosas e importantes, pero la mayoría aprovecha cada huequito para patear para el otro lado.

Ah, filosóficamente, el planteo de Tamburrini me parece impecable...