5 ene 2016

Dos sobre las relaciones entre el gobierno presente y el anterior

1) El prometido nombramiento del ex titular de AFIP en la Auditoría General de la Nación dice mucho. Por un lado, dice mucho sobre las disposiciones del designado -ex militante del dictador Videla; derechista en materia económica; y procesado por vergonzosos crímenes (que incluyen el uso de pordioseros para encubrir el robo de propiedades); dice mucho también sobre el kirchnerismo y la militancia kirchnerista, que sostuvo durante más de una década a este personaje en el poder, con su cómplice silencio y anuencia; y por sobre todo dice mucho en torno a la entente kirchnerismo-macrismo, que conocimos en la Ciudad de Buenos Aires, por debajo de la mutua retórica agresiva. El hecho nos da pistas, entonces, sobre uno de los posibles caminos políticos que tenemos por delante (a la vez que deja en un lugar triste a la militancia kirchnerista que cree o disimula ideología donde hay peligrosos negocios): el macrismo apoyándose poco a poco, cada vez más, en parte de lo peor del peronismo/kirchnerismo. Un riesgo enorme.

2) Hay dos criterios durísimos que se han convertido en certezas prominentes dentro del núcleo duro del actual gobierno. Uno dice que las cuestiones institucionales "no le importan a la gente," "no miden," por lo que nada hay que cuidar en la materia. Finalmente, "lo hicieron los kirchneristas, lo podemos hacer nosotros." El otro dice que lo único que importa es mejorar la situación económica, y que todo lo demás viene por añadidura. Ambas cuestiones son respaldadas por la sociología y politología "realpolitik" que criticamos, en dos versiones diferentes, en este blog, en los últimos días. Una tristeza porque dicha postura no sólo implica respaldar una posición normativamente implausible, sino porque se basa, además, en afirmaciones falsas: para no ir más lejos, las últimas elecciones mostraron hasta qué punto "otras cosas" importan (no sólo la cuestión "narcotráfico" se mostró como crucial; sino que otras, por las que éramos burlados -INDEC, jueces subrogantes, etc.- demostraron ser capaces de horadar, poco o a poco pero consistentemente, la roca que parecía tan sólida) Pero bueno, los "duros" de la "realpolitik" (ks y antiks) se dan la mano. La consolidación de estos criterios constituye otro riesgo enorme.

2 comentarios:

Eduardo Reviriego dijo...

Creo que el art. 126 de la ley 24156 es muy claro en cuanto a la imposibilidad de efectuar ese nombramiento:
ARTÍCULO 126.- No podrán ser designados Auditores Generales, personas que se encuentren inhibidas, en estado de quiebra o concursados civilmente, CON PROCESOS JUDICIALES PENDIENTES o que hayan sido condenados en sede penal. -
Siempre pensé que el matrimonio K le tenía terror a este personaje -probablemente por el conocimiento que tendría sobre su patrimonio- a pesar de que le fue funcional a sus designios. ¿Serán los mimos motivos los que ahora habilitan su designación?

GerardoD dijo...

Ese argumento macrista de apoyarse en qué como lo hicieron los k antes, porqué no lo podemos hacer nosotros? es temible. Y hoy tal vez no lo notan, pero olvidan que ese modo de hacer las cosas del cristinismo con desprecio por todo, fue una de los motivos justificantes de que los eligieran.